lunes, 1 de febrero de 2010

CUANDO DOS GRANDES PRESENTADORES COICIDEN EN UN MISMO PLATÓ

Las cámaras se visten de fiesta, se maquillan, se ponen su mejor perfume y centran sus ojos en dos personas. La emoción que se siente dentro y fuera del plató por verlos juntos sólo es comparable con ver a tu equipo de fútbol ganar o que Alonso gane el mundial. Ellos están ahí, con las arrugas y la sabiduría que dan los años, seguros de sí mismos pero a la vez nerviosos. El plató se llena de silencio mientras los dos se miran, se hablan, se sonríen, se nota complicidad. Los que estamos en casa sólo deseamos que dure más esa escena, pero como si fuera mi pastel favorito, ese que saboreo despacito para disfrutar su explosión de chocolate pero que al final desaparece, como si fuera ese pastel… Mercedes Milá y Jordi González deben seguir el guión del programa, se despiden, y el plató queda con un aire de nostalgia… Lo bueno es que Gran Hermano continúa ¡y ellos con nosotros!